Hace tiempo que tengo este cojín en la cama, y antes pensaba que el dibujo era algo romántico, pues tengo en la habitación algún otro elemento para potenciar el amor de pareja.
Y un día lo vi de otra forma, vi el árbol que hay detrás de los corazones y entendí un mensaje más profundo y más inclusivo, apareció la reflexión que os comparto:
En esos días, después de un enfado considerable con una situación personal y familiar había en mi un sentimiento de compasión hacia todos los miembros de mi sistema, incluida yo, de como todas las personas del sistema y las otras, las que afectan a las situaciones de vida y muerte, merecen, merecemos, AMOR (con mayúsculas),
otra cosa es como dejamos fluir ese AMOR entre todos,
Ahí creo que estan todas nuestras dificultades, cuando se meten los miedos, las corazas, las personalidades, y los juegos de poder.
Ya no puedo ver el cojín solo de manera romántica, ya se abrió otra mirada, más inclusiva y más compleja.
Con todos los procesos vividos, conscientes o no, que bien que podamos estar cada vez más en PAZ con nuestra VIDA.
Que bien poder ampliar cada vez más esa mirada y caminar paso a paso hacia ese AMOR.
Gracias por leerme, encantada de recibir vuestros comentarios.
Yo estos días también por otros temas, observando el conflicto con atención a detalles y límites (como «dosis de realidad») y por otro, tratando de poner el foco -no sin esfuerzo por momentos, lo reconozco- en esa «otra» realidad más inclusiva y trascendente, amorosa y compasiva, también con mis propias limitaciones. Poco a poco, seguimos caminando 😉
Gracias Edurne!!
eso, seguimos caminando y aprendiendo(cada uno lo suyo) en el camino.
Un abrazo!